(Morón, 27/05) "¿Este sería el caso en el que los tiempos de Dios se amoldan a los tiempos de los hombres?", consultó irónicamente uno de los periodistas presentes al encargado de prensa del obispado de Morón. Es que la misa que estaba prevista para las 19 hs. y donde la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, acompañada del intendente municipal, Ramiro Tagliaferro, le entregaría la escritura de la Iglesia Catedral al obispo Jorge Vázquez y al párroco Martín Bernal, estaba ostensiblemente demorada a la espera que la máxima autoridad de la provincia llegue al principal templo católico del distrito de Morón, ubicado justo enfrente del Palacio Municipal.
El Faltazo de Vidal.
El responsable del equipo de prensa provincial que ya estaba dispuesto para registrar la visita de Vidal, le explicó a este medio: "La gobernadora le va a hacer entrega al obispo de la escritura en el momento de las ofrendas. No va a hablar, ni nada. Es un gesto sencillo."
Sin embargo, eso no ocurrió. Veintidós minutos pasadas las 19 entró caminando rápido por el pasillo principal de la catedral moronense el intendente Ramiro Tagliaferro, con la escritura en la mano junto al párroco Martín Bernal, y algunos acompañantes. Vidal nunca llegó, en su lugar estuvo el escribano general de la provincia Marcos Róspide (en la foto detrás de Tagliaferro), que fue el encargado de hacerle llegar la escritura al intendente. Tagliaferro se sentó en la primera fila, y desde ahí presenció la celebración eucarística acercándose hasta la primera escalinata del altar para entregarle la escritura de la Catedral y el Colegio Parroquial de Morón al obispo Jorge Vázquez, la alegría de las autoridades eclesiásticas y de la feligresía presente era completa. 
Sin embargo, no pasó desapercibido para ninguno de los actores políticos presentes el plantón de Vidal, ni la soledad con la que Tagliaferro participó del acto, sin el acompañamiento de ninguno de sus funcionarios de primera línea, ni de sus concejales más cercanos. Sólo se había acercado hasta la ceremonia el concejal Carlos «Coqui» Solía que se enteró del acontecimiento mientras "estaba tomando un café" en un bar de la zona. Los que sí fueron invitados formalmente por el obispado local, haciendo gala del espíritu plural que caracteriza al episcopado de Jorge Vázquez desde sus inicios, fueron los concejales de Unidad Ciudadana Diego Spina y Hernán Sabbatella (en la foto de arriba junto al obispo).
La Casa del Peregrino.
Antes de comenzar la celebración el párroco Martín Bernal leyó un escrito expresando su gratitud por la recepción de la escritura y dijo: "esto viene a legitimar algo que ya sucedió desde hace casi 300 años..." Y más adelante agregó: "Vivimos este momento con gratitud y esperanza. Lo vivimos también abriéndonos al futuro en el proyecto de armar nuestra casa del peregrino: lugar de cobijo, posta del caminante, casa para el hermano..."
"Debemos construir Fraternidad entre todos..."
A su turno, y luego de las lecturas bíblicas, el obispo Jorge Vázquez, insistió en su homilía en un discurso de fraternidad y unidad: "El mensaje del Evangelio es construir el amor entre todos, construir la fraternidad"; dijo. Y luego realizó una oración a Nuestra Señora del Buen Viaje, la advocación mariana patrona de la diócesis de Morón, donde reflexionó sobre el amor, el diálogo y la escucha: "El amor nos estimula a dialogar, nos ayuda a escuchar..."; dijo Vázquez. Y volvió a resaltar la misión de la "Iglesia servidora de la esperanza de nuestro pueblo, de nuestra familia, de nuestros jóvenes, de la esperanza de los pobres... en este momento histórico que nos toca vivir."
En ese mismo sentido, consideró que "la esperanza nos mueve al compromiso y a la acción para construir un mundo nuevo, una sociedad nueva..." Recordando que esta semana en el marco de las asambleas organizadas por el Sínodo Diocesano: "hemos escuchado el reclamo de los trabajadores que nos trajeron el dolor y el drama de las familias por la falta de trabajo" (ver: "El Obispo Jorge Vázquez se reunió con Representantes Sindicales y Sociales...") en un ruego para la madre de Jesús, que se convirtió en una demanda para el solitario intendente presente.
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