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domingo, 6 de octubre de 2019

Haedo. La Familia del Diputado Résico, Puntero de Tagliaferro, denunciada por el Banco Central.

(Haedo) Pablo Alejandro Résico, hijo del diputado provincial y ex funcionario de Ramiro Tagliaferro, Néstor Résico, figura en el listado de los «escrachados» del Banco Central de la República Argentina por haber adquirido más de 10 mil dólares pese a la restricción impuesta por el Estado argentino desde el 1° de septiembre de este año, por el "corralito" financiero dispuesto por Mauricio Macri.



Pablo Résico es un joven de Haedo que el 2 de diciembre de 2010, mediante escritura del Registro 1311 de la Ciudad de Buenos Aires, heredó de su padre un importante comercio en la capital federal, además de ser poseedor de gran parte de la fortuna de su progenitor. 
Pablo es además funcionario del Banco Galicia y es uno de los millonarios argentinos que pudieron evadir las restricciones del gobierno nacional para la comercialización de la divisa Estadounidense. Y hace unas semanas acaba de aparecer en los listados denunciados por el Banco Central. 
Sobre la familia Résico se fijan ahora las miradas de los sabuesos, a pesar de haber amasado una fortuna a partir de la relación con Ramiro Tagliaferro, su ex esposa y gobernadora María Eugenia Vidal y un ejército de contadores que, desde hace décadas, trabajan administrando los bienes y negocios del malogrado matrimonio. 


Néstor Résico y las Facturas Truchas de Boca Juniors.

El padre de Pablo es el actual diputado provincial Néstor Résico (en la foto junto a Tagliaferro), quién maneja la Unidad de Gestión Comunitaria de Haedo como si aún siguiera siendo el Secretario. El cargo formal de la UGC lo dejó en diciembre de 2017 para asumir como diputado provincial de Cambiemos, por decisión de Ramiro Tagliaferro y por una sección electoral a la que no pertenece Morón. Tagliaferro logró hacerlo diputado de otra sección tras persuadir o acordar con su ex esposa ese cargo para su hombre de confianza en los negocios. 
Résico padre supo abrirse camino en los negocios a partir de administrar facturaciones fraudulentas en el Club Atlético Boca Juniors desde la época en que Macri era el presidente de la institución, tarea en la que se vio involucrado incluso durante la jefatura de Gobierno de la Ciudad. Por esos años, Macri ya era jefe de Gobierno de la Ciudad, María Eugenia Vidal vicejefa de Gobierno y el actual jefe de Campaña de Tagliaferro, Carlos "Charly" Rebagliati, funcionario de Legal y Técnica del mismo Gobierno. Ramiro Tagliaferro era un mediocre diputado provincial, que luego recaló como concejal en Morón y finalmente se convirtió en intendente. 
Néstor Résico aún es investigado por el manejo de facturas truchas en el club de la Rivera. Lavado de activos y adulteración de documentos Públicos son algunos de los delitos por los que se los invesstiga.

Néstor Résico y Ramiro Tagliaferro.

El Haedense apareció en escena pública en Morón a partir de asumir como secretario de la Unidad de Gestión Comunitaria de Haedo (cargo que sigue ejerciendo en las sombras), luego de la asunción de Ramiro Tagliaferro como intendente de Morón, el 10 de diciembre de 2015. Cultivador del perfil bajo, jamás dio una entrevista a ningún medio de comunicación moronense a pesar de ser miembro de su Gabinete. Jugador de fútbol con los veteranos del Instituto San José de Morón, ni siquiera en la institución de los Hermanos Maristas saben que Résico es diputado. 
Luego de dos años como funcionario de Tagliaferro, el hombre de los negocios fue candidato a diputado provincial, banca que aún ostenta y seguirá ejerciendo hasta el 10 de diciembre de 2021. El acuerdo con Ramiro Tagliaferro es que sólo cobrará el sueldo como legislador, pero que todos los "módulos" que poseen los diputados los administra el intendente y su entorno. 
Los Résico, poseedores no solo de una fortuna difícil de justificar, sino también de la protección judicial y la impunidad del poder, empiezan ahora a percibir que la vida ostentosa al lado de los Vidal-Tagliaferro se les derrumba como un mazo de naipes. El primero de ponerlo en el tapete fue nada menos que el Banco Central de la República Argentina.

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