(Por Mónica Macha, Diputada Nacional FPV-PJ, Especial para Quinto Poder Conurbano) La irrupción del movimiento de mujeres, lesbianas, travestis y trans organizadas en lucha colectiva para defender los derechos negados y vapuleados durante cientos de años, es la revolución política más importante en la Argentina del siglo XXI y su carácter latinoamericanista e internacional tiene una escalada profunda cuya proyección aún no conoce límites.
Una Lucha que crece y es cada vez más Diversa.
La base de sustentación de este fenómeno se apoya en muchísimos años de lucha, en la historia de referentas políticas, sociales y de derechos humanos que se animaron a romper el cerco, a levantar su voz, a denunciar este sistema patriarcal dominante que oprime nuestros cuerpos y nuestras vidas.
Las masivas movilizaciones que inundaron las calles para gritar contra la violencia machista convocadas por el colectivo #NiUnaMenos y las grandes mareas verdes que coparon los alrededores del Congreso cuando se votó en ambas cámaras el aborto legal, fueron sin dudas los momentos más álgidos de esta expresión política en los últimos años.
Cada año, el Encuentro Nacional de Mujeres amplía y diversifica su convocatoria, unificando, aún en la diferencia, reivindicaciones y proclamas que nos proyectan y nos empujan a seguir rompiendo el patriarcado; y el Paro Internacional y la movilización del #8M se reconvirtió en una fecha de dimensiones transgresoras impensadas hace muy poco tiempo.
Reconocernos, Organizarnos y Multiplicarnos.
En un país donde una mujer es asesinada cada 30 horas, donde todavía no podemos decidir libremente sobre nuestras cuerpas, donde las estructuras machistas siguen vigentes en las instituciones y en los diversos ámbitos públicos y privados, es necesario que nos sigamos reconociendo, organizándonos y multiplicándonos en una lucha que también debe interpelar e involucrar la propia responsabilidad de los varones, en virtud de quebrar su propia construcción patriarcal.
El Feminismo Nacional, Popular, Latinoaméricano y Disidente.
Tenemos muy claro, que una parte central de nuestra lucha tiene que ver con enfrentar como colectivo el proyecto saqueador y hambreador macrista que está sufriendo nuestro pueblo. Proyecto que, en función del ajuste, también tiene consecuencias y retrocesos muy serios en materia de políticas de género, donde se advierten recortes importantes, a pesar de los esfuerzos del presidente por mostrar empatía con lo que referenció en su último discurso de apertura de sesiones como “las mujeres”.
El aporte del espacio feminista nacional, popular, latinoamericano y disidente, debe estar en función del objetivo de derrotar este proyecto encarnado por Macri y de asumir la voluntad y la responsabilidad de volver a gobernar la Argentina a partir del 10 de diciembre de 2019 para retomar el camino de ampliación y de generación de derechos. Y para eso tenemos a una conductora única, que se llama Cristina Fernández de Kirchner.
Desde esta perspectiva entendemos nuestra participación y nuestro compromiso político con la transformación de la Patria, para volver a incluir a los millones de argentinxs empobrecidxs y excluidos de este sistema perverso y para asumir el enorme desafío de profundizar la lucha contra el patriarcado. Ese es el signo de nuestro tiempo, a la altura de la irrupción de un movimiento que vino a cambiar la historia, como el 17 de octubre, como el movimiento de organismos de Derechos Humanos encarnado por Madres y Abuelas, como el proceso de refundación de la Patria liderado por Néstor y Cristina.
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