(Por Mica Minelli*) Ey, vos. Chabón, heterosexual, sí, sí, vos. “Buen tipo”, a vos te quiero preguntar. ¿Tan seguro estás de que no sos un violador? Ahora, me vas a decir, ¡Pero claro que no lo soy! Y te vuelvo a preguntar, ¿seguro?
¿Tan seguro estás de que todas las minas con las que te acostaste tenían 100% ganas de ser penetradas por vos?
¿Tan seguro estás de que tu novia nunca fingió un orgasmo?
¿Tan seguro estás de que esa piba no te la chupó sólo para que acabaras de una vez y pudiera irse a dormir?
¿Tan seguro estás, posta, de que nunca la condicionaste a aceptar algo que no estaba muy convencida si quería?
¿Nunca la tocaste sin preguntar? ¿Nunca le quisiste hacer sexo anal sin consultarle? ¿Nunca le insististe para garchar o que te haga sexo oral? ¿Nunca la despertaste manoseándola mientras dormía? ¿Nunca te propasaste porque “estabas en pedo”? ¿Nunca te sacaste el forro y seguiste como si nada? ¿Nunca le pediste reiteradas veces coger sin protección? ¿Nunca le dejaste un chupón sin que ella manifestara conformidad? ¿Posta? ¿Nunca?
Si no hiciste nada de esto, estás a tiempo. Pero hermano, si lo hiciste. Aunque sea una sola cosa, estás en graves problemas. Porque tengo que decirte, que lo sos. Sos un violador.
¿Cómo? ¿Violador?¿No estarás exagerando?
No, para nada. Y te explico por qué. Lo que sucede es que tenés la idea de que la violación sucede sólo en callejones oscuros, y que son hechos que cometen maleantes, especies de ogros, que acechan en las noches a sus pobres víctimas. Pero no, un violador puede ser tu novio, tu pareja estable, ese pibito copado que conociste en un camping, el otro que te invitó al cine, puede ser tu amigo, un “aliado”, un pibe progre y hasta un “feminista”. Vos, podés ser un violador. Y si tenés un poco de sensibilidad, en este momento estarás revisando tus revolcadas y pensando a quién habrás hecho pasar un momento desagradable creyendo que eras el campeón de la sexualidad.
Sí, ya sé. “Pero ella nunca me dijo nada”. Claro porque siempre es culpa de ella. Y es ella la que debe ponerte lo límites, porque amigo mío, no podemos culparte de seguir tus instintos animales. No podemos pedirte que salgas de tu lugar de privilegio y mires a tu alrededor, no, no, claro, seguimos siendo nosotras las que tenemos que educarte.
Pero tenés que saberlo, si el mundo es un lugar peligroso, inseguro, y espantoso para las mujeres, también es por gente como vos. Así que si no querés ser un violador (o seguir siéndolo) mas te vale que revises tus conductas. Porque estamos comunicadas, estamos alerta, estamos en red y ya no toleramos nada. Queremos gozar, queremos pasarla bien, y queremos que el sexo también sea un lugar seguro, placentero y relajado para nosotras. No esperes que te “frenemos”, frenate sólo. Pedí permiso, hablá, preguntá. La sexualidad se construye, es diversa, y desde ya, es mucho más de lo que ves en YouPorn.
* Comunicadora Social. Militante Feminista. Co-conductora y productora de Viva La Matria en F.M. En Tránsito
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