Guillermina nació con una cardiopatía congénita y, en sus tres añitos de vida, ha sido sometida a tres cirugías a corazón abierto. Sin embargo, ella encara la vida con una inmensa sonrisa y con el coraje que heredó de sus padres Jimena Gonnella y Andrés Llorens, quienes afirman que si bien ha sido complicado aceptar la enfermedad, lo más difícil fue (y sigue siendo) luchar contra el sistema médico argentino. El mismo sistema médico que la dejó a la deriva con el tratamiento incompleto a fines de 2014. Por esta razón y para completar el procedimiento, decidieron realizar la campaña solidaria JuntosXGuille y, gracias al amor y apoyo de muchas personas, Guille viajó a Boston y tuvo su última operación.